El arte que nace
de las piedras

www.elvinodelaspiedras.es

 

Una tierra pedregosa, pero plagada de vida, de viñas y de grandes historias. Esta es la esencia de la Denominación de Origen Protegida Cariñena reflejada en la exitosa campaña de promoción “El Vino de las Piedras”, lema de esta histórica zona vinícola que abarca 14 municipios de la provincia de Zaragoza. Es la más extensa de Aragón en superficie y producción y una de las más antiguas de España.
El Vino de las Piedras nace en un territorio agreste, dedicado a la viticultura desde tiempos remotos. Cuna de la garnacha y la cariñena, único caso en el mundo en el que una región vinícola y una variedad comparten nombre. Los agricultores saben extraer lo mejor de unos terrenos diversos y con varias
altitudes, de un crisol de paisajes con múltiples colores y olores. La abundancia de piedras da como resultado uvas más concentradas, intensas y aromáticas. Las bodegas, combinando tradición e innovación, las transforman en vinos modernos y elaborados, con gran expresión y calidad, que
conquistan al público nacional e internacional –casi el 70 % de la producción se exporta a más de 50 países– y reciben continuos reconocimientos en los más prestigiosos certámenes de todo el mundo.

El arte que nace
de las piedras

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Una tierra pedregosa, pero plagada de vida, de viñas y de grandes historias. Esta es la esencia de la Denominación de Origen Protegida Cariñena reflejada en la exitosa campaña de promoción “El Vino de las Piedras”, lema de esta histórica zona vinícola que abarca 14 municipios de la provincia de Zaragoza. Es la más extensa de Aragón en superficie y producción y una de las más antiguas de España.
El Vino de las Piedras nace en un territorio agreste, dedicado a la viticultura desde tiempos remotos. Cuna de la garnacha y la cariñena, único caso en el mundo en el que una región vinícola y una variedad comparten nombre. Los agricultores saben extraer lo mejor de unos terrenos diversos y con varias
altitudes, de un crisol de paisajes con múltiples colores y olores. La abundancia de piedras da como resultado uvas más concentradas, intensas y aromáticas. Las bodegas, combinando tradición e innovación, las transforman en vinos modernos y elaborados, con gran expresión y calidad, que
conquistan al público nacional e internacional –casi el 70 % de la producción se exporta a más de 50 países– y reciben continuos reconocimientos en los más prestigiosos certámenes de todo el mundo.