Bodega Hermanos Torcal

 

 

C O L EC C I Ó N   P R E M I U M   2 0 2 2

Bodega Hermanos Torcal

En progreso, generación tras generación.
Bodega Hermanos Torcal

Una singular mezcla de veteranía y de juventud, de tradición e innovación caracteriza a la bodega Hermanos Torcal Sociedad Limitada. Así, comenzó a comercializar sus vinos embotellados en 2015, pero sus orígenes se remontan a 1845, cuando el matrimonio formado por Manuel Torcal y Rafaela Trasobares empezó a elaborar sus propios vinos en una “bodega de mil alqueces” (1.200 litros). A partir de aquel momento, la familia Torcal no ha dejado de estar unida a la vinicultura en una trayectoria de constante progreso. Con la quinta generación al frente del negocio, la bodega vive ahora su mejor momento, marcado por la aspiración de devolver el esfuerzo realizado por todos sus antepasados.

Si la primera generación creó el negocio, la segunda y la tercera lo desarrollaron como un gran elaborador de vino a granel, que transportaba sus vinos al norte de España y Levante por ferrocarril. Durante estos primeros más de cien años, la bodega se encontraba en la comarca de Valdejalón, pero, ya con la cuarta generación, en 1979 se dio el paso decisivo de comprar una bodega en la localidad de Cariñena y centrar su labor bajo el amparo de la Denominación de Origen Protegida Cariñena, para así aumentar y mejorar su producción, sumando las condiciones del terreno y la experiencia familiar.

Primero comprando uva a viticultores locales y pronto adquiriendo viñedos propios, Hermanos Torcal se ha consolidado como una de las bodegas de referencia de la DOP; como muestra, fue la primera bodega en Aragón en introducir la vendimia mecanizada y también pionera en plantar varietales como el syrah y merlot.

Hermanos Torcal tiene 120 hectáreas de viñedo propio, que forman una unidad casi conjunta y facilitan labores agrarias; por ejemplo, están dotadas de un sistema de riego a goteo dividido en 14 sectores para cuidar al máximo la calidad de cada parcela. Suma también una bodega de elaboración y otra de almacenamiento, con capacidad de 1,8 millones de litros, en la que se ha 

mantenido la forma de trabajar tradicional, pero adaptada a los nuevos sistemas de fermentación controlada. Las características de sus depósitos, de pequeño tamaño, favorecen la extracción de todo el color y los aromas.

El último gran paso se dio en 2015, cuando comenzó la comercialización de vinos embotellados, apostando por una gama de alta calidad y cuidado diseño de las marcas, que en pocos años han logrado un notable reconocimiento.

Cachirulo llama la atención desde su original botella, tintada y serigrafiada, y sus escogidos coupages. Marqués de Fuendetodos rinde homenaje a Goya con una línea minimalista y a la vez llena de contrastes. Y el nuevo vino de licor Aromas del Pilar sorprende tanto por una etiqueta que realmente no lo es como por su recuperación de los vinos dulces que se elaboraban en la Denominación de Origen Protegida en el siglo XIX, basándose en una receta original del abuelo Hilario Torcal.

De esta manera, Hermanos Torcal continúa en el siglo XXI su camino ascendente, basándose en las señas de identidad que han definido toda su trayectoria: la calidad de sus productos, la relación personal con sus clientes y el respeto al legado de una familia dedicada a ofrecer los mejores vinos.

Bodega Hermanos Torcal

 

 

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Bodega Hermanos Torcal

En progreso, generación tras generación.
Bodega Hermanos Torcal

Una singular mezcla de veteranía y de juventud, de tradición e innovación caracteriza a la bodega Hermanos Torcal Sociedad Limitada. Así, comenzó a comercializar sus vinos embotellados en 2015, pero sus orígenes se remontan a 1845, cuando el matrimonio formado por Manuel Torcal y Rafaela Trasobares empezó a elaborar sus propios vinos en una “bodega de mil alqueces” (1.200 litros). A partir de aquel momento, la familia Torcal no ha dejado de estar unida a la vinicultura en una trayectoria de constante progreso. Con la quinta generación al frente del negocio, la bodega vive ahora su mejor momento, marcado por la aspiración de devolver el esfuerzo realizado por todos sus antepasados.

Si la primera generación creó el negocio, la segunda y la tercera lo desarrollaron como un gran elaborador de vino a granel, que transportaba sus vinos al norte de España y Levante por ferrocarril. Durante estos primeros más de cien años, la bodega se encontraba en la comarca de Valdejalón, pero, ya con la cuarta generación, en 1979 se dio el paso decisivo de comprar una bodega en la localidad de Cariñena y centrar su labor bajo el amparo de la Denominación de Origen Protegida Cariñena, para así aumentar y mejorar su producción, sumando las condiciones del terreno y la experiencia familiar.

Primero comprando uva a viticultores locales y pronto adquiriendo viñedos propios, Hermanos Torcal se ha consolidado como una de las bodegas de referencia de la DOP; como muestra, fue la primera bodega en Aragón en introducir la vendimia mecanizada y también pionera en plantar varietales como el syrah y merlot.

Hermanos Torcal tiene 120 hectáreas de viñedo propio, que forman una unidad casi conjunta y facilitan labores agrarias; por ejemplo, están dotadas de un sistema de riego a goteo dividido en 14 sectores para cuidar al máximo la calidad de cada parcela. Suma también una bodega de elaboración y otra de almacenamiento, con capacidad de 1,8 millones de litros, en la que se 

ha mantenido la forma de trabajar tradicional, pero adaptada a los nuevos sistemas de fermentación controlada. Las características de sus depósitos, de pequeño tamaño, favorecen la extracción de todo el color y los aromas.

El último gran paso se dio en 2015, cuando comenzó la comercialización de vinos embotellados, apostando por una gama de alta calidad y cuidado diseño de las marcas, que en pocos años han logrado un notable reconocimiento.

Cachirulo llama la atención desde su original botella, tintada y serigrafiada, y sus escogidos coupages. Marqués de Fuendetodos rinde homenaje a Goya con una línea minimalista y a la vez llena de contrastes. Y el nuevo vino de licor Aromas del Pilar sorprende tanto por una etiqueta que realmente no lo es como por su recuperación de los vinos dulces que se elaboraban en la Denominación de Origen Protegida en el siglo XIX, basándose en una receta original del abuelo Hilario Torcal.

De esta manera, Hermanos Torcal continúa en el siglo XXI su camino ascendente, basándose en las señas de identidad que han definido toda su trayectoria: la calidad de sus productos, la relación personal con sus clientes y el respeto al legado de una familia dedicada a ofrecer los mejores vinos.