“Fusión de productos locales

y del mundo”

 

Papagayo es uno de los últimos restaurantes en incorporarse al panorama gastronómico zaragozano. Guillermo Mort, en la cocina, y su hermano Diego como jefe de sala y sumiller, son los encargados de ofrecer una experiencia única. Para ello, trabajan ingredientes locales como borraja de Montañana a la carbonara, que acompañan del fiambre italiano guanciale y parmigiano regiano.

Como producto singular, Papagayo es de los poco locales que ofrece lomo bajo de wagyu, elaborado en una brasa kamado de carbón vegetal. Las cocinas de Francia y Perú se fusionan en la ostra Guillardeau nº 2 de la Rochelle, en un cebiche con pepino y alga wakame.

También merece una mención la lubina salvaje en beurre blanc. Y en la parte dulce destaca un postre exótico y sorprendente: una torrija artesana inspirada en un viaje a la India, elaborada con gel de menta y helado de vainilla sobre una infusión de chai masala y especias. Otro detalle laminero es la mousse de coco bañada en chocolate de frambuesa valrhona, mascarpone y agua de rosas.

 

 

“Fusión de productos locales

y del mundo”

 

Papagayo es uno de los últimos restaurantes en incorporarse al panorama gastronómico zaragozano. Guillermo Mort, en la cocina, y su hermano Diego como jefe de sala y sumiller, son los encargados de ofrecer una experiencia única. Para ello, trabajan ingredientes locales como borraja de Montañana a la carbonara, que acompañan del fiambre italiano guanciale y parmigiano regiano.

Como producto singular, Papagayo es de los poco locales que ofrece lomo bajo de wagyu, elaborado en una brasa kamado de carbón vegetal. Las cocinas de Francia y Perú se fusionan en la ostra Guillardeau nº 2 de la Rochelle, en un cebiche con pepino y alga wakame.

También merece una mención la lubina salvaje en beurre blanc. Y en la parte dulce destaca un postre exótico y sorprendente: una torrija artesana inspirada en un viaje a la India, elaborada con gel de menta y helado de vainilla sobre una infusión de chai masala y especias. Otro detalle laminero es la mousse de coco bañada en chocolate de frambuesa valrhona, mascarpone y agua de rosas.