“Las fórmulas de
una cocina con alma”
El chef Miguel López es un apasionado de los productos de temporada, de las setas y la trufa negra especialmente. A la mesa, se transforman en platos elaborados con mucho gusto en los que se nota que el cocinero ha puesto buena parte de su alma gastronómica.
Fiel a la tradición, pero dejando su toque de autor, la puesta de escena en Urola es impecable con una gran variedad de platos actualizados y renovados semanalmente. Siempre hay una buena presencia de verduras frescas y pescados tratados con mucha profesionalidad.
Además del menú diario, se puede disfrutar de varias fórmulas para probar un poco de todo y, por supuesto, de la carta. En ella hay clásicos que no pueden desaparecer como los canelones de gallina y trufa del Moncayo, o las flores de calabacín en tempura rellenas de centolla con aguacate. A Miguel López también le gustan mucho los platos de cuchara y para el postre hay que dejar hueco, aunque es difícil decantarse por uno.
“Las fórmulas de
una cocina con alma”
El chef Miguel López es un apasionado de los productos de temporada, de las setas y la trufa negra especialmente. A la mesa, se transforman en platos elaborados con mucho gusto en los que se nota que el cocinero ha puesto buena parte de su alma gastronómica.
Fiel a la tradición, pero dejando su toque de autor, la puesta de escena en Urola es impecable con una gran variedad de platos actualizados y renovados semanalmente. Siempre hay una buena presencia de verduras frescas y pescados tratados con mucha profesionalidad.
Además del menú diario, se puede disfrutar de varias fórmulas para probar un poco de todo y, por supuesto, de la carta. En ella hay clásicos que no pueden desaparecer como los canelones de gallina y trufa del Moncayo, o las flores de calabacín en tempura rellenas de centolla con aguacate. A Miguel López también le gustan mucho los platos de cuchara y para el postre hay que dejar hueco, aunque es difícil decantarse por uno.
